Enterococcus

  • Enterococcus faecalis
  • Enterococcus faecium

Enterococcus es un género de bacterias Gram-positivas comensales que habitan normalmente el tracto gastrointestinal de humanos y otros mamíferos. Aunque forman parte de la microbiota habitual, algunas especies pueden causar infecciones oportunistas, especialmente en entornos hospitalarios. Las dos especies más relevantes clínicamente son Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium, ambas asociadas a infecciones multirresistentes.

Características clínicas: Las infecciones más frecuentes causadas por Enterococcus incluyen infecciones del tracto urinario, endocarditis, bacteriemias e infecciones en heridas. Aunque menos comunes, también pueden provocar infecciones del sistema nervioso. Los pacientes hospitalizados, inmunocomprometidos o con dispositivos médicos implantados presentan mayor riesgo.

Estas bacterias presentan resistencia a múltiples antibióticos, como aminoglucósidos, aztreonam, cefalosporinas, clindamicina y penicilinas semisintéticas (nafcilina, oxacilina, dicloxacilina). Algunas cepas muestran resistencia a trimetoprim-sulfametoxazol. La exposición a cefalosporinas favorece la colonización e infección por Enterococcus. Además, existen cepas resistentes a glicopéptidos, incluyendo a la vancomicina (enterococos resistentes a la vancomicina, ERV).

Hábitat y transmisión: Enterococcus es ubicuo en el tracto digestivo de humanos y animales de sangre caliente y también puede encontrarse en alimentos de origen animal y vegetal. La transmisión ocurre por contacto directo o indirecto, a través de alimentos, objetos contaminados o las manos del personal sanitario. En hospitales, Enterococcus puede contaminar equipos médicos, como endoscopios, y sobrevivir a procesos insuficientes de limpieza.

Diagnóstico: El diagnóstico se basa en el aislamiento microbiológico de muestras clínicas (orina, sangre, tejidos o material de heridas). La identificación precisa y las pruebas de sensibilidad son fundamentales debido a la resistencia variable de estas bacterias.

Tratamiento: El tratamiento puede ser complejo debido a la elevada resistencia natural y adquirida. Se emplean combinaciones de antibióticos y, en casos difíciles, fármacos de reserva como linezolid o tigeciclina. La capacidad de Enterococcus para transferir genes de resistencia a otras bacterias dificulta aún más el control de estas infecciones.

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