Syphilis

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La sífilis es una enfermedad de trasmisión sexual común en muchas áreas del mundo causada por la bacteria Treponema pallidum. Según la Organización mundial de la Salud, la incidencia anual mudial de sífilis adquirida sexulamente es de 12 millones de casos. La sífilis puede causar complicaciones a largo plazo o la muerte, si no se trata de manera adecuada. Los síntomas en los adultos se dividen en fases: sífilis primaria, secundaria, latente y avanzada.

Características clínicas: La enfermedad está clasificada como venérea y suele ser de declaración obligatoria, siendo su mecanismo de transmisión el contacto directo con una lesión productiva. Tras un período de incubación de 12 a 90 días (media de 21 d), aparece en el lugar de la inoculación una lesión primaria, rica en treponemas (el chancro), que desaparece espontáneamente a las pocas semanas. Durante este primer estadío, conocido como sifilis primaria, T. pallidum se multiplica en los linfáticos regionales distribuyéndose por la sangre a todos los órganos del individuo (infección sistémica). En el paciente no tratado, el segundo estadío comienza con la aparición de una de las manifestaciones sistémicas de la enfermedad: una erupción en piel, palmas y plantas, la roseola sifilítica, acompañada de síntomas generales y, frecuentemente, de otros signos localizados (condilomas genitales). Las lesiones abiertas de este período son muy contagiosas. Tras la primera desaparición espontánea de la misma y durante el primer y segundo año, pueden aparecen brotes similares cada vez de menor intensidad (fases de latencia precoz) hasta que desaparecen totalmente todos los signos y síntomas (fase de latencia tardía). El tercer estadío de la enfermedad, que solo se presenta en unos pocos pacientes, se caracteriza por la formación de lesiones granulomatosas destructivas (gummas) que, curiosamente, tienen escasa carga treponémica. En este período pueden aparecer sintomas y signos de focalización de la enfermedad: neurosífilis, sífilis cardiovascular, etc.

El treponema también puede traspasar la barrera placentaria con suma facilidad a partir del tercer o cuarto mes de la gestación y producir enfermedad fetal. Por ello, en la mayoría de los países, se realiza un estudio de anticuerpos frente a este patógeno para instaurar medidas preventivas.

Diagnóstico: La identificación del T. pallidum mediante el examen directo del exudado de la lesión -campo obscuro y/o fluorescencia directa (DFA-TP)- es una prueba definitiva para asegurar el diagnóstico. Las ventajas de este tipo de métodos son la inmediatez y bajo costo. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones no es posible realizar el diagnóstico directo, por lo que el diagnóstico serológico - indirecto - se ha convertido en el procedimiento más frencuente. Estos marcadores necesitan, aproximadamente, de unos 14 a 20 días para hacerse reactivos.

Los test serológicos para la sífilis se subdividen en: test no treponémico que detectan anticuerpos IgG e IgM en material lipoidal liberado de células hospedadoras dañadas y anticuerpos a sustancias de tipo lipoproteico y cardiolipina liberada de los treponemas. Las técnicas mas ampliamente usadas son RPR y VDRL. Los test son usados para screening y para determinación de la eficacia del tratamiento. Carecen de sensibilidad en la sífilis temprana primaria y en la sífilis tardía y puede aparecer una reacción prozona o resultados falsos positivos. El test de Treponema usa T. pallidum subsp. pallidum o sus derivados (proteínas recombinantes). Ellos son usados como test de confirmación y para establecer el diagnóstico de sífilis tardía o latente tardía. Las técnicas mas usadas son: FTAABS, TP‐PA (aglutinación de partículas de T. pallidum) y MHA‐IP (ensayo de micro hemaglutinación a T. pallidum). Han sido usados varios test de ELISA como test de confirmación de sífilis. Sus sensibilidades y especifidades son similares a las de los test de treponemas.

Tratamiento: La sífilis es fácil de curar en sus fases iniciales. Si una persona ha tenido sífilis durante menos de un año, la enfermedad se curará con una sola inyección intramuscular de penicilina; y si la ha padecido por más de un año, necesitará dosis adicionales.

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